Progresofobia: ¿Existe el progreso? ¿Estamos mejor? ¿Estamos peor?

  Muchos intelectuales (progresistas) odian la idea del progreso, sin odiar sus frutos. La idea de que el mundo está mejor que antes “pasó de moda” entre los eruditos. Ejemplos: Nietzsche, Schopenhauer, Heidegger, Sartre, Foucault.

¿ESTAMOS MEJOR O PEOR QUE ANTES?

BRECHA DEL OPTIMISMO: En general creemos que nuestras vidas están mucho mejor que las del resto, o que de alguna manera solo a nosotros nos están ocurriendo cosas buenas. Ej: si te preguntan si tu situación económica mejorará el año siguiente, mayoría dice que sí. Si preguntan situación del país, dirán que empeorará.  

SESGOS DESDE LA PRENSA: La prensa altera nuestra percepción de la realidad ya que las noticias se basan en cosas excepcionales que suceden. Ej: nadie dice “Estoy informando desde un país en el que no ha estallado la guerra”.

Una razón por la que la prensa actúa de esta manera, además de las dichas anteriormente, puede ser que mientras los pesimistas parecen estar intentando ayudarte, los optimistas parecen estar tratando de venderte algo.

"Si el noticiero fuera cada 50 años, informaría sobre cambios globales trascendentales."

John Galtung (Sociólogo y matemático Noruego)

En este gráfico se puede observar cómo la prensa utiliza un lenguaje cada vez más negativo

 

HEURÍSTICA DE LA DISPONIBILIDAD: la gente calcula la probabilidad de que algo ocurra según qué tan fácil es que le venga un ejemplo a la mente. Los accidentes de avión parecen más frecuentes porque son más noticia, pero los de auto son mucho más frecuentes. Mucha más gente tiene miedo de volar que de conducir. Ej: El asma mata más que tornados, pero se cree que tornado mata más (y se le tiene más miedo).

LO MALO ES MÁS FUERTE QUE LO BUENO”: raíz psicológica de la progresofobia. Hay muchas más formas de estar peor que mejor (entropía). Una excepción, como curiosidad, es la memoria autobiográfica, donde solemos recordar las mejores cosas. En la memoria, el tiempo cura las heridas.



Esta distorsión a la hora de evaluar la realidad puede causar desánimos contraproducentes. Ej: ¿Para qué voy a votar? Si nada mejora. ¿Para qué voy a donar?


¿CÓMO PODEMOS SOLUCIONAR ESTOS SESGOS Y ESTOS ERRORES DE RAZONAMIENTO?

La única solución a todo esto está en contar (hacer estadística).

Los cambios pueden no ser lineales ni cíclicos; pueden mostrar una tendencia incluso si existieran fluctuaciones. Además, descenso no es igual a desaparición.

¿Significa esto que todo mejorará por sí solo? No. Esto es como ver una pilar de ropa sucia que disminuye; eso no significa que se haya lavado por sí sola.

El razonamiento moral requiere proporcionalidad.

Puede ser terrible sufrir de bullying o troleo en internet. Pero no es comparable a ser esclavo o víctima del holocausto.  

Propendemos a confundir los daños que nos rodean con signos de lo bajo que ha caído el mundo, en lugar de en lo alto que se han situado nuestros estándares.

Es importante tener en cuenta este último punto no solo desde la óptica de poner en perspectiva nuestras vidas versus las vidas de personas que vivieron mucho antes que nosotros, sino también porque estas alteraciones de lo que percibimos como bueno/malo según cada época pueden alterar también resultados estadísticos si no somos claros al evaluarlos. Ej: si preguntamos ¿Hay violencia en tus tiempos? Quizá respondamos que sí, al igual que una persona promedio de hace 500 años. Pero si somos más específicos y preguntamos: ¿Has visto algún asesinato en la vida real? Es muy probable que el porcentaje de respuestas positivas sea muy distinto según seas el hombre de hoy o de hace 500 años.


Fuente: En defensa de la Ilustración - Steven Pinker

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