Primer objetivo: Obtener el vocabulario



  Todo idioma o lenguaje está determinado por símbolos o códigos que significan algo. En el caso de los idiomas, nos referimos a su unidad fundamental como palabra, y es lo primero que debemos aprender, pues es la base de la cual se forma toda la estructura de un idioma.
  Pongamos un ejemplo básico: si alguien dice "Querer comer", es difícil no darse cuenta del objetivo de la oración, por más mal redactada que esté: el individuo, evidentemente, quiere comer. Para redactar esa frase, solo se necesitó aprender dos palabras, fáciles y rápidamente traducibles. Por cierto, es una fórmula que sirve en innumerables idiomas y es de las primeras que hay que aprender: querer o quiero + verbo en infinitivo. Sirve muchísimo, es muy práctico y eficaz.
  Entonces, el primer objetivo de un idioma es adquirir vocabulario. Esto se hace mediante la memorización de palabras con su traducción.

Memorización de palabras 

  El diseño más práctico, a mi punto de vista, es el siguiente: una tabla que tenga las siguientes columnas:

- Palabra (natal) - Traducción (escrita) - Traducción (fonética)

Con estas 3 columnas, y seleccionando bien las palabras, se puede construir rápidamente un vocabulario. Es muy importante seleccionar bien las palabras, pues es necesario que sean las más utilizadas y útiles al principio. No nos serviría mucho, por ejemplo, aprender la traducción de la palabra "Vector" o "Momentum", pero sí nos serviría comer, tomar, dormir, o café. Además, nuestra mente funciona con motivación, y es más motivante trabajar con lo que parece desde un principio muy práctico.

Qué palabras elegir

  Existen tablas presideñadas (una de ellas es la popularizada por Ramón Campayo) con las palabras más importantes para aprender. Personalmente, no comparto estas tablas, pues tienen a mi parecer muchas palabras no tan importantes para aprenderlas en un principio, y por esto les mostraré luego (en los ejemplos prácticos que tendremos) las tablas modificadas que me parecen más prácticas y eficaces para empezar a hablar rápidamente un idioma.
  A grandes rasgos: lo más importante es aprender lo siguiente: Verbos, en infinitivo (lo más general), sustantivos, adjetivos y ciertos adverbios. En ese orden de importancia.
  Uno puede defenderse en un idioma conociendo unas 500 palabras, y hablarla bien conociendo unas 1000-1500. Como veremos luego, se pueden aprender varias por día, al menos unas 100 bien, así que en poco tiempo se puede empezar a defenderse en un idioma, y hablarlo. Con un mes de estudio, uno podría entablar buena conversación con un nativo (persona que habla el idioma que aprendemos de nacimiento o desde hace mucho tiempo).



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