Creencias que van contra el Progreso de la Humanidad

 ¿Qué o quiénes se oponen a la ilustración?

  Aunque la idea del progreso de la humanidad esté bien asentada en los círculos intelectuales de nuestro tiempo - desde el hombre académico hasta el hombre de a pie - existen ciertas creencias que aún se mantienen en gran parte de la población, y son totalmente contrarias a las ideas de progreso. Identificarlas es importante para poder entender la razón de la contradicción (que muchas veces es indirecta y difícil de ver) y por lo tanto nos ayudará a definirnos hacia un bando u otro.

MOVIMIENTOS ANTI-PROGRESO.

Movimientos tribalistas y autoritarios: que miran mal a expertos y añoran supuestos tiempos pasados mejores populistas.  

Ejemplos: "Make America Great again" fue el famoso slogan de Donald Trump. Aunque uno se pregunta si Estados Unidos fue alguna vez más grande que ahora. Bien, que quizá no tenga el monopolio de fuerza que pudo haber tenido en su mejor momento, pero eso no significa que haya estado mejor en términos globales: hace 40 años, probablemente no había internet ni en el 20% de sus hogares, la esperanza de vida no era mejor, los tratamientos médicos eran inferiores a los de hoy, etc. Lo mismo se aplica con la mayoría de los movimientos populistas basados en supuestos hechos históricos patrióticos de antaño.  

Movimientos románticos: (Rousseau, Nietzsche) negaban separar razón de emoción e individuo de cultura. Es decir: si a los alemanes les gusta pelear, pues entonces debemos de aceptarlos a su naturaleza, ya que intentar cambiarlos sería una manera de destruir toda su identidad cultural. De más está decir que esto no solamente es incorrecto desde el punto de vista fáctico (Alemania lleva décadas sin guerras y es ahora mismo bastión de la Democracia en Europa) sino que incluso desde el punto de vista teórico, la cultura es de características dinámicas: va cambiando, y no se puede decir que la cultura de un pueblo es tal que no pueda cambiar sin derrumbarse. Es más probable que se derrumbe si no cambia, en todo caso.

Fe religiosa: con la peligrosa creencia de que creer en el más allá implica que salud y felicidad del acá no es tan importante. Las religiones - al menos todas las grandes religiones - basan parte de su poder en poseer cierto monopolio de "conocimiento" adquirido a través de métodos no científicos ni racionales. No es, por lo tanto, negocio para ellos que el progreso y la razón den otras explicaciones a sus mitos.

Nacionalismo: creyendo que un pueblo es superior al resto y por lo tanto haciendo de menos a otras poblaciones, algo totalmente contrario tanto al humanismo como a la razón. Ya explicado en el primer punto de Movimientos tribalistas y Autoritarios.

Ecologistas radicales: ven a la captación de energía como crimen contra la naturaleza en vez de verlo como forma de resistir entropía y promover progreso. El ecologismo es un pensamiento noble, por supuesto, siempre y cuando no sea radical - como algunos que creen que la sociedad moderna es culpable de todas nuestras desgracias y que sería mucho mejor volver al tiempo pasado donde solo éramos cazadores recolectores (ignorando que aún desde esa época somos probablemente culpables de una gran parte de las extinciones de grandes animales). Debemos esforzarnos en que el progreso vaya de la mano con la mayor consideración posible hacia el medio ambiente, ya que de todas maneras incluso por razones egoístas nos conviene mantener un medio ambiente habitable y de buena calidad. 



Fuente: En defensa de la Ilustración - Steven Pinker

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