El PROGRESO Y EL MEDIOAMBIENTE

 ¿ES SOSTENIBLE EL PROGRESO?

Una respuesta habitual es decir que el progreso no puede seguir aumentando sin dejar tras de sí contaminación y acelerar el día del juicio final medioambiental.

El movimiento ecologista, sobre todo en su ala más radical, dice que el progreso trae necesariamente daño medioambiental, y que sería preferible no verlo como progreso sino como destrucción, y que estaríamos mejor sin esos avances científicos.

El mismo Papa Francisco escribió: “El Progreso científico y tecnológico no puede equipararse al de la huminadad y la historia. El camino hacia un futuro mejor yace en otro lugar”. 

¿ES VERDAD QUE ANTES ESTÁBAMOS EN SINTONÍA CON LA NATURALEZA?

La especie humana jamás ha vivido “en armonía” con el entorno. Los pueblos indígenas solían cazar a animales grandes hasta su extinción, y talaban mucho bosque. Luego, cuando empezó la agricultura, la no mejoró, ya que en un principio se necesitaban enormes cantidades de tierra para cultivar suficiente alimento, ya que la producción era mucho menor.

DISYUNTIVA DE BIENESTAR HUMANO VS DAÑO MEDIOAMBIENTAL

La industrialización y el avance de la ciencia y la tecnología ha alimentado, aumentado la longevidad y hecho la vida mejor a millones de personas. No se puede negar su beneficio a la humanidad.

Lo que necesitamos es renegociar el daño medioambiental y usar la tecnología para disminuir y acaso revertir nuestra situación. Ver este problema como un problema tecnológico más es la visión que tendría un Ilustrado, alguien que cree en el progreso a través del conocimiento. Es lo que debemos hacer.

¿POR QUÉ NO SE HAN CUMPLIDO AÚN LAS PROFECÍAS DEL JUICIO FINAL?

Bomba de población: se desactivó por sí sola cuando los países aumentaron su riqueza y su educación. Esto es gracias a que los padres dejan de tener tantos hijos como “seguro contra muertes” como debían de tenerlos antes, cuando las tasas de mortalidad eran tan altas. Se cree que la tasa de crecimiento de la población llegará hacia el 0% en torno a 2070.

Escasez de Recursos: Pese a las conjeturas, sigue habiendo comida, aluminio, cobre, cromo, oro níquel, estaño, tungsteno, cinc, etc. De hecho, la mayoría de los metales son más baratos ahora que antes.

Las explicaciones son varias: Cuando un recurso escasea, su precio sube. esto anima a la gente a conservarlo o a encontrar sustitutos más baratos y abundantes. Esto muestra que lo que necesitamos no son recursos como tal, sino productos que se basan en ideas que pueden llevar distintos recursos.

A pesar de que la población aumentó durante los últimos años, el uso de energía se ha estabilizado, y el de muchos contaminantes incluso ha disminuido. 

La deforestación también ha disminuido durante los últimos años. Mientras más eficientes somos usando los recursos, más tierras podemos guardar para conservar o recuperar ecosistemas. 

Incluso observando la cantidad de crudo derramado en los mares podemos ver mejoras significativas en cuanto a la disminución de contaminación. La cantidad de petróleo vertido a los mares fue disminuyendo incluso cuando la cantidad de crudo transportado fue subiendo en gran cantidad.

Mediante la prohibición de Clorofluorocarbonos en 1987, se espera que la capa de ozono se recupere a mediados de este siglo XXI. 

La clave para mejorar la productividad está en producir lo máximo utilizando lo mínimo en materia y energía.  El progreso tecnológico hace que podamos hacer más con menos. Hasta ejemplos triviales son muy visualizables: Una lata de refresco antes pesaba 90 gramos, y hoy pesa solo 15.

La tecnología digital también “desmaterializó” mucho nuestra vida: ahora en un celular o una tablet tenemos montones de hojas en libros y cuadernos, cámara, filmadora, grabadora, radio, despertador, calucladora, diccionario, agenda, calendario, mapas, linterna, fax, brújula, metrónomo, reproductor de música, y muchas otras cosas.