Cómo usar la homeostasis de nuestro cuerpo a favor de nuestra mejora

   La homeostasis es la búsqueda del equilibrio del cuerpo, es el estado de equilibrio. La realidad física, la entropía y otras fuerzas siempre tienden a desequilibrar a los cuerpos, pero éstos a través de mecanismos inversos buscan siempre el equilibrio. Este equilibrio es fundamental para mantener a un ser vivo, sin esto no sería posible la vida.

  Estos mecanismos inversos se llaman mecanismos de retroalimentación negativa (porque van en sentido contrario), o coloquialmente llamado feedback

  Estos mecanismos también se activan cuando realizamos actividades intensas del día a día. Por ejemplo, durante el ejercicio: si el ejercicio físico es suficientemente intenso, puede provocar cambios dentro del cuerpo que desestabilizan a los tejidos: por ejemplo, la alta contracción de los músculos hace que gasten toda su energía. Esto lleva a que la sangre llegue con más vigor a los mismos, se incremente la respiración, y se produzca y elimine más dióxido de carbono... y otros cambios. Todo estos cambios son percibidos por el cuerpo, y tras el intenso ejercicio, éste toma nota y trata de realizar modificaciones para adaptar al cuerpo a este ejercicio, de tal manera que las próximas veces se pueda realizar sin quedar extenuados. Así, aumenta el tamaño de las fibras musculares para que generen más fuerza; aumentan los vasos sanguíneos que llegan a los músculos para que llegue más sangre y oxígeno. Y otros cambios que se llaman cambios adaptativos.




Mediante estos cambios es que se genera la mejora. Estas reconfiguraciones, ya sea del músculo o del cerebro, hacen que la próxima estemos mejor preparado para superar el reto al que nos enfrentamos ahora. Es gracias a esto que los fisiculturistas hipertrofian sus músculos, o que los matemáticos pueden manejar cada vez ecuaciones o problemas más complejos. 


  Es muy importante tener en cuenta que si el esfuerzo no es lo suficientemente intenso, no se provocan cambios físicos en el cuerpo, ya que no hay un estímulo de desequilibrio dentro de las células.

  Además, una vez se producen los cambios, para que se produzca el siguiente es necesario realizar un esfuerzo mayor al anterior, es decir, hay que subir el listón para volver a causar un desequilibrio dentro del cuerpo. Es decir, que para seguir mejorando, hay que permanecer siempre fuera de la zona de confort. Eso sí, es muy importante no pasarse, ya que de esta manera existe riesgo de lesionarnos, y con esto retroceder.

  



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