Herramientas para aprender alemán. 3 ideas básicas.

1. Objetivos claros.

Para lograr ser efectivo al aprender un idioma por mi cuenta, necesito tener bien claro algún orden de objetivos que pretendo ir alcanzando poco a poco. Aprender un idioma es una carrera de nunca terminar - ni siquiera aprendí toda mi lengua materna, la que ya llevo practicando por varias décadas -, por lo que necesito ponerme unos objetivos claros y alcanzables para no morir en el intento. Un objetivo no puede ser “aprenderme todo el alemán existente”, pero sí puede ser “Formar frases sencillas”, o “defenderme en una conversación” o hasta “leer un libro sencillo en alemán”. Metas ambiciosas pero a la vez posibles.

2. Orden de importancia.

Así como para aprender matemáticas el primer paso no es aprender a sumar o restar, sino aprender los números, el primer paso para aprender un idioma es aprenderse las letras y luego las palabras. Las letras son finitas, además entre la pronunciación del alemán y el español no hay muchas diferencias. Las palabras, por otro lado, son infinitas; pero necesarias antes de empezar a aprender otras facetas de la lengua como por ejemplo la gramática. Hago hincapié en el “antes” porque me parece un error intentar aprender la gramática antes que obtener un buen vocabulario. Me parece, de hecho, el orden natural. Los niños aprenden primero las palabras, y se las arreglan para hacer frases aunque estén mal elaboradas. La gramática prácticamente la van absorbiendo sobre la marcha. Yo no aspiro a tanto - sobre todo porque no tengo todo el tiempo del mundo para ello - pero al menos creo que si primero me aprendo un buen vocabulario, luego podré ir armando frases gramaticales que me sirvan de molde para el resto, y de esa manera será más sencillo aprender el resto.

Por ejemplo: si yo digo en alemán “Yo querer tomar agua” o “Yo agua tomar querer”, probablemente provoque risas (y si tengo suerte, simpatía) entre los germanoparlantes. Pero al menos me habré dado a entender. En cambio, no me sirve saber el orden de sujeto - verbo - predicado, el tiempo en que debe estar, etc., si no conozco las palabras que debo decir. Si no sé que agua en alemán se dice “wasser”, no me sirve saber que va como complemento del verbo. 

3. Herramientas sencillas y siempre a mano.

Tener las herramientas a mano, ordenadas y con su utilidad bien establecida es esencial para facilitar el aprendizaje. Cuando vamos a aprender algo, siempre tenemos que comprender que estamos frente al desafío de derrotar una enorme resistencia a no aprender, una resistencia que tenemos que intentar disminuir en todo lo posible para facilitar el trabajo a nuestra limitada fuerza de voluntad. Una manera de hacerlo es tener en claro las herramientas que vamos a usar. 

Mis herramientas serán: Un libro de vocabulario y gramática, con el vocabulario más usado y unos capítulos dedicados a sencillas reglas gramaticales. Un software que me facilite el repaso. Un cuaderno para anotar lo que voy aprendiendo. Y un libro de cuentos para niños en alemán.

Con esto creo que será suficiente para un primer experimento. Ya veremos si funciona.