Aprender usando analogías: El vuelo de los pájaros y La Selección Natural

El primer paso para aprender cualquier tema, el primer paso para estudiar cualquier cosa, consiste ni más ni menos que en entender. Y en la vida, en la práctica es el más importante para aprender las cosas verdaderamente útiles.  

La estrategia de la que quiero hablar hoy es la de utilizar analogías. Una analogía no es más que una imagen que se parece a otra. Por ejemplo, decir que una cebra es un caballo con franjas negras y blancas es una analogía. Decir que el avión es el automóvil que vuela es otra analogía. Como son imágenes, nunca serán idénticas (de hecho, ese es el chiste), pero se parecen en algo. Ese algo es lo que nos servirá para aprender. Veamos algunos ejemplos:

¿POR QUÉ ALGUNAS COSAS SUBEN HACIA EL CIELO (COMO LOS GLOBOS DE HELIO)? ¿CÓMO VUELAN LOS PÁJAROS?

Definitivamente son preguntas que alguna vez nos hicimos todos, y quizá algunos sepan el porqué y otros no. Pues intentaré explicar estas dos dudas con una analogía.

Sabemos que existe el aire. El aire es un gas, y como casi todos los gases es transparente, por lo tanto no podemos verlo. Quizá esa sea una de las causas por lo que no entendemos mucho sobre ello. Pero podemos hacer una analogía con algo que sí entendemos, o al menos algo que nos es más familiar: el agua. 

Un gas se parece bastante el agua en algunos sentidos. Por ejemplo, ambos tienen una densidad. La densidad es la cantidad de masa que tiene algo en el mismo espacio. Por ejemplo, la densidad de una pluma es menor que la densidad de una piedra. En el agua, sabemos que hay cosas que flotan y otras que se hunden. Por ejemplo, una piedra se hunde en el agua. Esto se porque es más densa que el agua. Por otro lado, la madera suele flotar; esto es porque es menos densa que el agua. Pues con el aire ocurre lo mismo. Aunque no lo veamos, puedes imaginar que todo a tu alrededor está cubierto por agua. En ese sentido, casi todo lo que conocemos es más denso que el aire. Pero algunas cosas, como los globos inflados con helio, tienen menor densidad que el aire. Por eso es que "flota" en el aire, y eso nosotros vemos como que "vuela" o simplemente va hacia el cielo.

Los pájaros, siguiendo la analogía, podríamos decir que "nadan" en el aire. Los movimientos que hacen con las alas son similares a las brazadas que damos nosotros al nadar, tienen similar utilidad. Al mismo tiempo, son poco densos; un pájaro es muy liviano si se compara con un animal terrestre de su mismo tamaño. Esto también lo ayuda a "flotar" en el aire.  

Veamos cómo le sacamos provecho a la analogía en el ejemplo anterior: comparamos algo que no entendemos bien con algo que entendemos mejor. Entonces, podemos formar en nuestra cabeza imágenes sobre lo que ocurre, utilizando lo que sabemos de algo y aplicándolo a otra cosa que estamos aprendiendo.

Veamos ahora un ejemplo mucho en apariencia mucho más complejo:

¿CÓMO FUNCIONA LA SELECCIÓN NATURAL?

Seguro escuchaste hablar alguna vez sobre la selección natural. Pero, ¿entiendes realmente cómo funciona? Algunos lo confunden con Lamarckismo: la teoría  de que lo que usa se desarrolla y esto pasa de generación en generación. Pues en realidad la naturaleza no funciona así. Otros creen que es "la supervivencia del más fuerte", pero esto tampoco es cierto; de ser así, una mosca no sobreviviría - existen millones de animales más fuertes, no es cierto?. Intentemos entender esto mediante una analogía.

Supongamos que nos dedicamos a la cría de pollos. Supongamos también que estos pollos los criamos con el objetivo de venderlos por kg, por su carne.  Así como nosotros, todos los animales tienen algo distinto entre sí; nadie es exactamente igual a otro (con excepción, quizá de los clones. Pero aún entre clones lo más probable es que haya alguna que otra variación de ADN. Pero esta ya es más profundo). Entonces partimos que la base de que tenemos un montón de pollos, distintos entre sí, que criamos para vender.

Y resulta que en la primera camada algunos pollos terminan con más peso que otros. Todos tuvieron acceso a la misma comida, a las mismas condiciones. Pero por alguna razón, unos fueron más robustos que otros. Si yo crío esos  pollos, pues querré que para la próxima camada sean más gordos, obviamente. Y algo que puedo hacer es elegir a los pollos más grandes, y usarlos a esos para que sean padres de mi próxima camada. A los más pequeños los apartaré para que no se crucen con mis gallinas.

En la segunda generación de vuelta tendremos muchos pollos, y de vuelta algunos serán más grandes que otros. Entonces será que alguno salió por el padre, algún otro no. Quizá alguno solo haya sido más pequeño porque comió poco, quizá alguno haya salido más grande solo por suerte. No importa: vuelvo a proceder igual a como lo hice la primera vez. Elegiré a los pollos más grandes para que sean los próximos padres.

De esta manera, aún sin tener ninguna idea de biología, aún sin saber cómo funciona nada en la ciencia, estaré realizando una selección sobre los pollos que más me gustan. Luego de varias generaciones, quizá decenas o quizá cientas, si sigo haciendo esa selección, pues lo más probable es que cada vez mis pollos sean un poco más grandes, y luego de un buen tiempo, quizá lleguen a un punto en donde sean incomparables con los primeros. No actuó ninguna fuerza misteriosa; sino simplemente fui yo quien eligiendo arbitrariamente según el peso que alcanzaban en un determinado tiempo, fui eligiendo a quiénes dejarían hijos y quiénes no. Permanecen los hijos de los padres más gordos. Entonces, por regla general, permanecerán esos mismos genes. Y existe buena probabilidad de que luego de varias generaciones, esos genes sean los que hacen que los pollos sean más gordos. El mecanismo por el que un gen cambió es por puro azar. Pero la selección no fue por azar. La selección la hice yo de manera clara, con un claro objetivo: que sean más gordos los pollos.

Pues bien, esta es la selección natural, con una pequeña diferencia. En la naturaleza, la única selección se hace mediante quién se reproduce y quién no, y si los hijos de estos vuelven a reproducirse. No hay alguien como yo que va eligiendo qué le gusta más; el mecanismo es más directo: aquel que se las arregla para tener hijos es aquel que dejará descendencia. Claro, que necesitará dejar hijos y que estos también se reproduzcan. Esto es la selección natural.

Acá, una vez más, utilizamos un concepto que se puede entender - ¿quién no vio alguna vez una granja? - con otro bastante más complejo y abstracto: la selección natural.


Espero que te hayan servido mis ejemplos, cualquier comentario estaré encantado de recibirlo, y si quieres otras analogías o que hable de otra cosa escribime.

Hasta la próxima!

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